Adiós al efecto Flynn: nos estamos volviendo más tontos, no más listos

Adiós al efecto Flynn: nos estamos volviendo más tontos, no más listos 

 

EL siglo XX nos hizo a todos más listos. Eso es al menos lo que se detectó en un estudio que midió el cociente intelectual (IQ) en niños británicos entre 1942 y 2008. En aquel célebre estudio fue en el que se gestó el llamado 'efecto Flynn' que llevaba a esa conclusión final.
Ese efecto parece haberse visto contrarrestado en los últimos años, y un grupo de investigadores noruegos han llegado precisamente a la conclusión contraria: desde 1970 a 2009 no hemos ganado cociente intelectual, sino que lo hemos perdido. O al menos lo han perdido los 730.000 jóvenes que se sometieron a estas pruebas antes de realizar el servicio militar.

Nos volvimos más listos...

En 1900, solo el 3% de los americanos trabajaban en profesiones que eran "exigentes a nivel cognitivo". Hoy en día el 35% de nosotros lo hace, y hemos aprendido a ser más flexibles a la hora de plantear soluciones a problemas.
Esa es una de las conclusiones de las investigaciones de James R. Flynn, que ha documentado esa evolución de los cocientes intelectuales en las últimas décadas y que por ejemplo publicó uno de sus primeros trabajos sobre el tema en 1984 (PDF).
El término 'Efecto Flynn' fue acuñado por Richard Herrnstein y Charles Murray, autores de 'The Bell Curve' y que precisamente hablaron de esa investigación de Flynn en la que los resultados graduales de los exámenes de cociente intelectual habían mostrado como durante el siglo XX esas puntuaciones subieron de forma notable.

... hasta que empezamos a volvernos más tontos

Eso cambia en el estudio de Bernt Bratsberg y Ole Rogeberg, del Ragnar Frisch Center for Economic Research. Según ese último estudio, las puntuaciones se vieron reducidas en una media de siete puntos por generación, algo que contrarrestaría los resultados del llamado 'Efecto Flynn' bajo el que el cociente intelectual había crecido de forma progresiva durante buena parte del siglo XX.
Iq
Los responsables de ese análisis indican que las causas de esa caída son sobre todo ambientales, y de hecho descartaron aspectos que cualquiera podría pensar que podrían haber afectado al resultado como la educación familiar, el tamaño de las familias o el aumento en la inmigración, por ejemplo.
Como dicen en Fast Company, puede que tanto videojuego, tantas series mientras comemos ganchitos y la pérdida del hábito de leer hayan tenido algo que ver.

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