Samsung gana el juicio por la falta de actualizaciones Android: no tendrán que actualizar sus móviles antiguos
Hace aproximadamente dos años,
la asociación de consumidores holandesa Consumentenbond demandó a
Samsung por su política de actualizaciones Android. La asociación
afirmaba que Samsung no informaba a los usuarios del tiempo en el que
sus dispositivos reciben actualizaciones de software y exigía que la compañía diera soporte por un periodo de al menos cuatro años.
Samsung se defendió alegando que sus terminales vendidos en Holanda,
donde ha tenido lugar el juicio, reciben los dos años de soporte a los
que se comprometen, aunque desde Consumentenbond destacaron muchos
ejemplos en los que esta norma no escrita no se había cumplido. El
juicio dio comienzo el mes pasado y la sentencia ha sido favorable para Samsung.
Samsung no puede ser obligada a actualizar sus móviles en el futuro
El caso de Samsung y la supuesta falta de actualizaciones ya ha
concluido y como decíamos el resultado ha dado la razón a Samsung; o
mejor dicho, se la ha quitado a la asociación de consumidores que les
demandó.
Según el juez, las peticiones de Consumentenbond son inadmisibles
porque se refieren a "actos futuros". Su explicación para llegar a esta
conclusión es que hay factores que podrían afectar al calendario de
actualizaciones, como por ejemplo un bug que previniera la actualización
o simplemente limitaciones de hardware. En este sentido, el
tribunal no puede dictar a Samsung que actualice sus smartphones durante
un periodo de tiempo sin conocer posibles problemas que puedan surgir.
La asociación de consumidores que inició el proceso ha calificado la decisión de decepcionante y afirman que "Samsung
es quien decide lanzar tantos móviles, nadie les obliga. Un fabricante
de coches debe asegurarse de que sus modelos son seguros y continúen
siéndolo. Samsung tiene la misma obligación". De haber ganado la demanda, es muy posible que Samsung hubiera tenido que actualizar terminales antiguos que hace tiempo que no reciben nuevas versiones y además podría haber afectado a más países, pero no ha sido así.
La falta de actualizaciones es un problema extendido en Android que
deriva en un sistema fragmentado con terminales con versiones muy
antiguas y, en muchos casos, sin parches de seguridad, algo que suele
afectar sobre todo a las gamas más económicas, donde las nuevas
versiones tardan más en calar. Google ha tomado medidas para combatir la
fragmentación, pero los últimos datos de distribución de versiones dejan claro que el problema está lejos de solucionarse.
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